lunes, 5 de noviembre de 2018

...Esta mañana vi un siervo...

Hola Chavalería!

Si os apetece asobinaros un ratejo al calorcillo de la calefacción os puedo echar una mano con otra entrega de esas charletas somníferas que os ofrezco de vez en cuando. Digo ésto porque sé que estáis (o habéis estado) pasando frío (hijos de perra), tanto o más que a éste lado del océano.

El título de la entrada hace referencia a un monólogo de Dady Brieva, un humorista argentino que probablemente ya haya compartido con vosotros pero por si acaso os dejo aquí un enlace: Monólogo Dady Brieva "Un Santafecino en Toronto". La verdad es que me gusta mucho y me parto el ohio cada vez que lo escucho.
He querido titularlo asi porque tengo un cerro de fotos de parques super chulos que he encontrado por los alrededores y no les doy salida, asi que os las váis a chupar todas juntas.

Antes de nada os voy a hacer un "chiquitour" por mi casa para que la conozcáis. Es "chiquitour" porque es "chiquicasa".



Vivimos en el 514 de High Street que es esta casita de la foto. Es la casa de Jessica y Chris Morrison que son unos chavales super majetes. Nosotros dos vivimos en el semisótano de la casa y el acceso lo tenemos por la parte trasera.


Éstas fotos están hechas un día un tanto raro porque tienen tres coches y suele haber siempre alguno aparcado (nunca dentro del garaje, que es más un saloncito de  exterior que un garaje) por aquí, más ahora que Chris ha abierto un negocio de venta de coches de segunda mano.


Junto a la puerta de entrada está la barbacoa (de gas) y tienen también una tienda de campaña trastero donde guardamos las bicis.



Ésto es para las chascas que se preparan muy de vez en cuando



Pues eso, por la puerta trasera se accede a la cocina de nuestros caseros a la izquierda y abajo, al cuarto de la lavadora (abajo derecha) y nuestra casa (de frente).






↓El hecho de vivir en el basement y tener vecinos un tanto marujos a veces tiene embarazosas consecuencias por lo que me estoy absteniendo de continuar viviendo en gallumbos cuando estoy en casa.↓


Y no da para más. Es una casa pequeña, pero estamos muy a gusto. Mi casa en Madrid era más o menos del mismo tamaño, asi que guay.

Como ya os conté hace tiempo una de las cosas que condiciona la vida aquí son las grandes distancias. Para ir a comprar cualquier cosa te tienes que dar un soberano pateo, porque la gente va con el coche a todas partes y a consecuencia de ello el transporte público (los autobuses, vaya) es bastante genaro, claro que tampoco es caro (2,5 CAD el billete sencillo que con los bonobuses sale un poco más barato). Además los autobuses aquí tienen una ventaja, y es que puedes hacer transbordos sin gastar otro viaje pidiendo un "transfer" al conductor cuando te pica el billete.
Teniendo en cuenta que Moncton es muy llano, la mejor solución para moverse si no tienes perras suficientes para un coche es una bici. Ésta fue la conclusión a la que llegué mi primera semana aquí, y lo primero que me propuse el lunes siguiente a mi llegada fue conseguir una, porque a pesar de que Chris es muy majete y nos dio vía libre para usar la suya tanto como quisiéramos, el estado de la susodicha es una lástima. Tiene pinta de haber pasado mucho tiempo en desuso y a la intemperie. Además resulta pequeña hasta para mi, con lo cual no creo que este muchacho, que es como 15 cm más alto que yo la haya usado mucho.
Estuve viendo alguna tienda y me recomendaron una cooperativa que hay junto al río, "La Bikery"(curioso nombre híbrido franglés).


Es un sitio que está fenomenal. Alquilan bicis, las venden de segunda mano con garantía de que no han sido robadas (que es algo que no te suelen garantizar en las Pawn Shops porque son unos gitanazos y unos trapicheros), y también las arreglan, o si lo prefieres te enseñan a arreglarla e incluso te prestan herramientas. Cuando hace buen tiempo organizan rutas guiadas en bici.
Comparada con otras muchas, sí, es un hierro de 21 marchas, pero por 150 CAD recién revisada y puesta a punto (amén de candado, transportín y velocímetro que aunque sean accesorios vienen bien) me pareció muy razonable asi que me hice bicipropietario.


Ésto facilita y acelera los recados diarios del amo de casa, que es la carrera profesional que hasta el momento vengo desarrollando, con lo cual se abre un amplio paréntesis de tiempo para invertir en otras tareas y/o metas personales.

Uno de los primeros cometidos que me propuse fue donar sangre, no por nada, sino por continuar con una rutina que además de ser buena para los demás, el médico me ha recomendado por tender a tener el número de glóbulos rojos por las nubes. El calendario de google me recordó que ya habían pasado tres meses desde la última y tocaba. Asi que después de consultar en uno de los dos hopitales (el de angloparlantes aunque ambos los tenemos muy cerca) me remitieron al 500 de Mapleton Road que es donde está la clínica de donantes.


Me fui para allá y tuve que volverme porque aquí se hace con cita.
Al día siguiente voy para allá a la hora que me han citado, relleno el test que es muy parecido al que te hacen en España, y el siguiente paso es que te meten en una habitación donde una enfermera revisa tus respuestas, si alguna entraña riesgo, te toma la tensión y te pincha el dedo para medir el hematocrito y averiguar el grupo sanguíneo. Creo que tuve mala suerte, porque me tocó uno que estaba en prácticas (afortunadamente le acompañaba una enfermera que le corregía a menudo). Además de estar en prácticas no creo que fuera muy avispado, porque me hacía preguntas un poco estúpidas, del tipo: "...A la pregunta de si ha residido en Europa más de 6 años entre el 84 y el 98 ha respondido que sí, ¿por qué?". Pues porque soy español y en el 84 tenía 5 o 6 años...(pensaba yo)
Ésto dicho con mi pasaporte en su mano y habiendo comentado ya que nací en España y que he vivido siempre alli salvo mi año británico parece cachondeo, o quizá es que soy muy impaciente, no sé. El asunto es que la entrevista se acabó antes de que me tomaran la tensión porque como me explicó la enfermera (que afortunadamente tomó la iniciativa viendo que el pollo este estaba un poco perdido) no puedo donar sangre en Canadá porque pertenezco al grupo de riesgo de las puñeteras vacas locas. La mujer fue muy amable y me dejó perfectamente claro que no se trataba de nada personal ni tampoco xenofobia, que la normativa era la que era y punto. Es más, para demostrarme que no había animosidad alguna contra los españoles, me dijo que a ella le gusta mucho "Rafa" (Rafa  Nadal, claro). Con lo cual me eché unas risas con ella, que ya os digo que era muy simpática y me fui a casa tal y como había ido.
Por favor no le contéis ésto a mi madre. Sé que soy muy mal hijo pero a ella le he dicho que sí que doné porque se pone muy pesada con el asunto de que done y está siempre insistiendo en ello porque le conté en su día que el médico me había dicho que era algo que me venía bien y desde entonces lo ha convertido en algo crucial para mi salud.

Éste amplio margen de tiempo y tener una bicicleta hábil disponible, como os iba diciendo, me animó a hacer un poco de deporte que en otras ocasiones he podido comprobar que va cojopendiásticamente para la salud física y mental. Por ello, y en previsión de que con el mal tiempo no voy a poder coger la bici tanto como quisiera, estuve comparando los precios de las piscinas de distintos polideportivos y sopesando también la distancia a casa.


Por muy divertido que sea estar en la YMCA, os aseguro que sale caro. El paso de cebra también me resultó sospechoso....
No, en serio, el abono bisemanal sale al mismo precio que el mensual normal en la piscina de la universidad, pero, mejor aún, como Rebe es empleada de la uni paga una miseria (12 CAD al mes!!!!) y yo como soy pareja de empleado 32 que también es una ganga. Las instalaciones están de puta madre y tenemos acceso a piscina, gimnasio, sauna, pistas de tenis,... Para colmo está al lado del curre de Rebe que está como a 1,5 km. de casa.


↑La traducción es algo asi como: Laboratorios de rarunis locos que hablan de cosas que sólo ellos entienden y puñetadas variopintas a animales inocentes.↑

Además de que el precio está "tirao", el hecho de que esté tan cerca, casi no deja duda, y como Rebe está currando a tope y pasa mucho tiempo en el labo (↓para muestra un botón↓), pues blanco y en botella...



↑...dí que también le gusta hacer el mongol...↑


↑... que siiiiiiii, pero lo cortés no quita lo valiente; que mi chica es muy seriecita...↑


Desde que me pillé la bici he estado presionando para que Rebe se pillara también una, por todo ésto que ya os he contado, y animándole a que la usara para todo, para ir a currar también. Lo cierto es que está cerca; andando sólo se tardan como 15 min. pero en bici son 5 y teniendo la bici allí te da menos pereza moverte con ella.
La verdad es que aún no he conseguido todos mis objetivos pero...


↑Creo que los de bicicletas Minelli nos deberían dar comisión o algo↑

Rebe se negaba a comprarse la bici porque decía que le daba miedo. De pequeña se dió una hostia importante y desde entonces no le ofrece muchas garantías, pero he debido de ponerme muy pesado. Si os digo la verdad el primer día me eché las manos a la cabeza, porque lo primero que hizo fue darse una hostia al tratar de subirse al arrancar, pero con un poco de paciencia y práctica estamos arreglándolo y creo que poco a poco va convenciéndose de que tengo razón. La prueba de ello es que se ha hecho algún que otro trayecto conmigo bastante interesante. Las veces que nos hemos ido de paseo con la bici nos hemos hecho trayectos de unos 25 km. de media, pero doy fé de que también ha terminado otros con más de 32. A parte, se va desenvolviendo con más soltura; al principio no soltaba los puños del manillar ni para tocar el timbre y tenía que ir diciéndole cómo cambiar de piñón y plato, pero ya está hecha una máquina.

Como hasta hace dos o tres semanas ha hecho un tiempo recojonero hemos aprovechado para hacer paella todos los domingos, y, bien con Rebe los findes, o bien yo solo entre semana, he estado recorriendo los alrededores a conciencia.

La primera vez que fui al Farmer´s Market cogí folletos de todos los parques, rutas en bici, y un mapa de los carriles bici y me los he recorrido de arriba abajo. Os aseguro (y si no os fiáis preguntadle a Rebeca) que el contador del velocímetro de mi bici ya ha sumado más de 500 km.
En cada uno de los planillos, te indica las instalaciones deportivas y ocio que hay en los parques, en una cara los de verano...↓



...y en la cara posterior los de invierno↑. Por chocante que resulte, en todos los parques hay juegos de agua para remojarse y tal (que evidentemente sólo funcionan en verano), de hecho en el Centennial hay una playa artificial...

Esos km. de bici me han permitido conocer Moncton, Dieppe y Riverview a toda hostia y de paso disfrutar de los bonitos bosques que tienen por aquí, que llegando Octubre se han puesto preciosos.
Os dejo por acá cinco semanas consecutivas del mismo árbol, un arce (como no), desde la última de Septiembre:






Por si alguien se lo quiere saltar, ahora es cuando viene el chorrazo de fotos de parques y jardines. He puesto en todos ellos fotos hechas en Septiembre primero y luego otras de Octubre.


Riverfront Trail:

Es un recorrido completo de unos 25 km. Comienza en Dieppe y va pegado al río por la orilla hasta Riverview en la orilla opuesta. No tiene ninguna dificultad y es muy chulo. A lo largo de los recorridos de bici tienes baños, fuentes, e incluso puestos de reparación.


Se supone que este es el sitio donde desembarcaron los primeros pobladores de Moncton y Dieppe, seis familias alemanas y una inglesa ¿¿¿¿???? flipo. En fin, vale...




A lo largo del Riverfront hay parques infantiles, monumentos conmemorativos, un parque de skating, campos de béisbol llenos de patos...


Hasta la bandera de patos...

Octubre:




















Mapleton Park:

Es un parque no muy grande pero sí muy chulo. Muchos abetos y arces y un arroyo con lago y ... patos a tope. Tiene dos senderos principales, uno al norte y otro al sur del arroyo y más o menos paralelos a él y un montón de senderitos que se cruzan.









Otoño:











Centennial Park:

Es el parque más grande de por aquí junto con el Irishtown Park. El plano que os he mostrado antes es de este parque y es una pasada de sitio.










...patos, patos, papapapaaatos...

Otoño:














Irishtown Nature Park:

Éste es el más grande. está al otro lado de la autopista transcanadá pero dentro del término municipal. No es un trayecto duro para llegar pero todo el rato cuesta arriba, como subir de Lucero a Aluche cuatro veces. Es decir, cuesta pero es asequible y sobre todo vale la pena que te cagass.




















Otoño:





...fotos no...





Me he apuntado a un curso CCC de no poner el dedo en la cámara pero tengo que estudiar más





Fairview Knoll Park:

Éste es un parque muy chiquitillo que hay en la zona norte de la universidad pero que mola un montón.










Otoño:






Humphrey´s Brook Trail:

Éste es un recorrido como de unos 8 o 10 km. hacia el noreste y va todo el rato pegado al arroyo Humphrey como su nombre indica. Hay senderitos secundarios que no son en absoluto recomendables para bicis de paseo (mejor con una de montaña) porque te quedas clavado en los charcos y te toca poner pié en tierra, o en agua.





Otoño:




Dieppe:

No he recorrido todo Dieppe, pero lo que he visto es bastante más durillo para las piernas que Moncton. Dieppe tiene el 30 % del movimiento comercial de Moncton y por eso resulta un pueblo super tranquilo, muy barrio residencial.



...paaaaaaaaaatos, paaaaaaaatos, paatos, paatos, paaaaaaaaaatos...



Riverview:

A Riverview le pasa un poco lo mismo que a Dieppe. Es más accidentado y tiene menos jaleo que Moncton.


Aquí fue precisamente donde vi el siervo, y no era uno sino tres.







Shediac:

No me voy a flipar chavales. A Shediac no he ido en bici, aún. Me llevó Chris porque tenía que hacer unas cosillas y me propuso darme una vuelta a cambio de echarle una mano. Es un pueblo de playa, tampoco hay mucho más que decir. Una calle paralela a la costa y poco más; que en verano está hasta las trancas y en invierno es un pueblo fantasma.






Sin más me voy a volver a los cotidianos asuntos, nunca anodinos, de Moncton guanmortain en los que en todos los noticieros internacionales ha sobresalido a principios de el mes pasado el asunto de la legalización del rumay. Nosotros ya habíamos advertido que junto al Atlantic Superstore, que es un supermercado al que solemos ir a hacer la compra, había un local con un toldo negro rotulado en blanco un tanto extraño. He de confesar que en alguna ocasión en Septiembre, me acerqué para comprobar, no sólo que estaba vacío, sino que además estaba cerrado. 


↑¡uy!, no, ésto es un pájaro (un blue jay que es muy de aquí) que mola mucho, la siguiente foto↓


Un poco más tarde ya nos enteramos de qué iba la vaina. No hemos visto en vivo las colas de gente pero nos han contado que han sido regias. Por el momento me hallo en período de abstinencia y no quiero joder las cosas (que hay empresas que te hacen controles antidopping) pero prometo hacer una incursión en uno de esos "estancos". Creo que hay uno que lo lleva el Viti. Le han contratado por la extensa experiencia en el ramo y se ha llevado hasta el perro haragán y la mujer deslenguada, pero creo que está en Montreal porque el Viti ha sido siempre de hablar francés.

Hace tres fines de semana fuimos a nuestro primer partido de hockey sobre hielo y ha sido acojonante. Ya os conté que habíamos estado en la fiesta de presentación de la nueva temporada de los Moncton Wildcats. Un poco más tarde y otra vez de improviso estuvimos en la fiesta de inauguración del Avenir que es el nuevo pabellón de los Cats y palacio de congresos y exposiciones patatín, patatán... Bueno, pues eso, que nos pillamos unas entradas para verles jugar contra los Acadian Bathurst Titans. Antes de ir para allá estuve documentándome tanto acerca de las normas como de la marcha de la liga. Decidí que en cuanto a las normas era mejor verlo en vivo. En cuanto a la marcha de la liga vi que lo más probable era una amplia victoria local, porque en la ida ganó Moncton 8-1. No me equivoqué 0-7



El pabellón está de putísima madre, bueno, está recién estrenado. y a pesar de jugar una liga junior había mucho ambiente. El precio de las entradas ayuda 22 CAD impuestos incluídos que viene a ser como ir a ver a la banda de un colega en un garito.


He estado esforzándome en no retratar a Rebeca con una bebida alcohólica en la mano pero es como el pino puente combinado con rueda lateral, no me ha salido nunca.



El juego es bastante rápido y dinámico. Apenas se para el partido. El contacto, por utilizar un eufemismo es contínuo. Se dan unas hostias contra las paredes tremendas, no sólo eso, si no que en ocasiones se soban el morro a base de bien.




Ésto no es motivo de una sanción muy rigurosa. Se les expulsa a una especie de mazmorra 2 o 3 min. y ya está. Los árbitros no hacen nada hasta que en su opinión está decidida la pelea. La gente se pone burraca y jalea a los pújiles y estoy seguro de que alguno babea y todo. Tengo que confesar que no soy mejor que ellos porque tenía mi móvil listo para grabar, pero, tengo cuarenta años. No creo que sea un buen ejemplo para el cerro de críos de todas las edades que había allí. Por lo demás el hockey me pareció un deporte muy divertido. GO CATS GO! GO CATS GO!


Como ya os he ido adelantando en otras ocasiones la noche de Jagualin aquí es un evento importante y se invierte mucho dinero en todo, disfraces, decoración, chuches, ... hay gente que hasta pone sonido ambiente en su jardín. Vean algunos ejemplos:





Éstas son Jessica y Hope, dos de nuestros tres vecinos de arriba


Hope no estaba muy conforme con su disfraz y aunque le repetíamos una y otra vez que nos reíamos con ella y no de ella...




A mi el que más me gustó fue éste; un rato más tarde le vi acompañar a un par de críos casa por casa y le costaba andar de lo hinchado que iba el disfraz y además apenas podía sacar la mitad de los brazos, asi que iba dando unos saltitos muy graciosos. La primera vez que le vi a lo lejos (estaba como a 90 metros y estaba atardeciendo creí que estaba disfrazado de polla y no soy el único que lo pensó.

Y con ésto voy a dar por concluido el sermonazo.

Bendiciones y buenas noches...