No quiero quejas; ya os avisé de que no me iba a imponer regularidad ni reglas (a priori). De cualquier manera, y después de una intensa recogida de material, vuelvo a la carga.
Bueno, como os iba diciendo, la primera y más intensa sensación en mi primer paseo por High St. (que es donde vivo), fue estar transportado por arte de magia a una de esas películas americanas de barrios suburbanos. Calles larguísimas con manzanas ídem reticuladas y a los lados casitas unifamiliares todas con su jardincito y su garaje (el garaje no lo utiliza como garaje ni Perry, todo el mundo aparca su coche a la puerta del garaje). Se cumplen además otros topicazos de los que tenemos en mente:
Sí, amiguetes. Aquí se hace campaña política a pié de jardín (a falta de paredones que empapelar con cartel y cola). Además el día 24 de Septiembre. se votaba por el gobierno de la provincia. Amén de los carteles políticos tengo que decir que, sí, también se anuncian las agencias inmobiliarias en el jardín de las casas que venden o alquilan (siempre con el típico cartel del careto sonriente del vendedor que , al menos a mi, no me inspira confianza alguna en ningún caso).
Efectivamente, la mayoría de los coches son automáticos y eso es algo que se nota en como suenan. En cuanto a los coches diré además que, sí, hay un sinfín de pick-ups que aquí la gente utiliza como en España puede utilizar una citroen berlingo, o una peugeot partner, o si a alguno le resulta más familiar, una opel combo. Además de ser unos vehículos muy prácticos para muchos trabajos, resultan muy populares por su gran potencia y la tracción a las cuatro ruedas (que dicho sea de paso es una cualidad muy deseada en un coche si vives en un país en el que nieva abundantemente).
La gente conduce bastante diferente. Comparando un conductor madrileño a cualquiera de éstos se diría que hay un abismo de drogas entre ellos, y ya me entendéis (cuando en realidad el consumo de cafeína es infinitamente mayor aquí). Aquí se conduce con mucha calma y me ha costado tres semanas escuchar mi primer claxon. También diré, por lo que me toca, que se tiene un respeto exquisito por los ciclistas y los escasos peatones. Eso no quita para ver de vez en cuando algún macarra pero no es ni de lejos habitual.
Todo ésto iba pensando al día siguiente de llegar mientras andaba hacia el centro del pueblo como a las 9:30 aprox. callejeando por esas calles de casitas de las que os he hablado.
Moncton no es muy grande, pero todo está a tomar por saco y por eso la gente se mueve en coche o en bici. No te encuentras muchos peatones.
Como lo que me apetecía era conocer el pueblo decidí ir andando a pesar de que Rebeca había incluido un bonobús de 10 viajes en el pack de bienvenida. Iba viendo cosas curiosas:
Realmente curioso, y muy chulo además...
Cuando vi ésto pensé que no podía tratarse de decoración para Halloween , que sería otra cosa porque a primeros de Septiembre... pero, que vá; la gente ya compra calabazas a paletadas y demás parafernalia... pero si hasta hay tiendas especializadas:
Total, que casi sin darme cuenta llegué a St. George St. que es donde empieza el downtown y se nota porque es la primera calle con un poco más de vidilla, tiendas, oficinas, cafeterías, la catedral... (es espectacular el número y variedad de iglesias que tiene esta gente para ser una ciudad tan pequeña)
Estuve pululando por ahí, tomando un café, visitando una autoescuela, y curioseando escaparates en varias tiendas (una de ellas de venta alquiler y reparación de aparatos topográficos... ¡Acojonante!) y después me bajé a Main St. que está como 400 metros más hacia el río.
Main está llena de restaurantes, cafeterías, un teatro, pubs, tiendas curiosas... en fin, todo lo que se espera de una calle principal, incluido el puto Starbucks y el Tim Horton´s de los cojones que os desaconsejo encarecidamente.
Una calle muy chula para darse un paseete.
Más cosas curiosas:
Efectivamente, un espacio urbano reservado para cantantes indigentes, y no es decoración, yo mismo he visto otros días a un pollo con un a guitarra ceñirse a la marca de pintura para ofrecer su show.
Otra cosa que me impactó en Main fue la decoración floral del ayuntamiento:
¿Rojo, amarillo y morado?
Pues, sí. Me puse muy contento pensando que me habían estado esperando, o que Negrín había organizado un núcleo de resistencia en Moncton antes de morir, pero resulta que la bandera de New Brunswick es roja, amarilla y azul (y debe ser que no encontraron flores azules).
Encontré también repartido por las paredes del centro grafitis estupendos:
También me acerqué hasta el río, que es otra de las cosas curiosas. Es Marrón. Pero, marrón de verdad.
A lo largo del río hay un parque, el Riverfront, estupendo para pasear a pié o en bici, con parques infantiles, cosas raras de esas para skaters..., en fin, un sitio muy recomendable.
La verdad es que disfruté el paseo una barbaridad y Moncton me gustó un monctón.
Una última curiosidad:
Detrás del Ayuntamiento hay una torre bastante alta como de unos 40 metros que debe de ser de telecomunicaciones, repetidor... no sé, pero resulta un tanto inquietante.
Diréis que no inquieta mucho, pero le he hecho más fotos otros días...
Como resulta una referencia estupenda por su altura y singularidad y no sabemos a ciencia cierta qué es, Rebe y yo le hemos puesto apodo y le va como anillo al dedo (invito a una Moosehead al primero que lo acierte).
Para terminar la charleta inmunda con la que os hago perder el tiempo de hoy, os diré que me pasé el resto del tiempo que estuve por ahí (llegué a casa como a las 17.00) investigando los supermercados y haciendo una compra inmensa que me superó (traté de volver a casa con la mochila hasta las trancas y dos bolsas del mercadona también a puntico de reventar que muy previsor me había traido de Madrid y las llevaba en la mochila); digo que me superó porque a unos 2 kilómetros y algo de casa no pude más y cogí un taxi que conducía una china bastante sorprendida. Lo cierto es que me puse a ver en el Google Maps y el pateo había sido considerable, entre 15 y 17 kms. que sumados al destroce físico que tenía del avión pudo conmigo.